domingo, 15 de febrero de 2015

Entrevista a Cristina Torres y su experiencia en Gallaudet

Me gustaría con permiso de mis compañeras, tomarme esta entrevista a modo un poco personal.
Quizá sea porque nos llamamos igual o por que en ocasiones me gustaría estar en su piel y vivir lo que ella vive, pero desde que la conocí, no puedo evitar sentir una conexión cósmica, algo así como si el mundo hubiera girado para que nos conociéramos y me permitiera aprender de ella.

Ella es Cristina Torres, una chica oyente que actualmente está realizando un máster en Gallaudet, Si, Gallaudet, la increíble universidad de Personas Sordas de Estados Unidos. Ella que actualmente recoge sus aventuras en el blog http://caracartucho.blogspot.com.es/ nos ha concedido esta entrevista para que todos podamos conocerla un poquito mas.
Para ella nos sobran las presentaciones y nos faltan agradecimientos, aquí os dejamos sus palabras. 



1. ¿De dónde eres? 

Soy de Olivares, un pueblo de Sevilla.

2. ¿Cuántos años tienes? 

25

3. ¿Cómo te interesaste por el mundo de la Lengua de Signos? 

Empezó como un juego. Mi prima y yo inventamos un alfabeto para hablar en secreto. Luego ella aprendió lengua de signos y yo la seguí. Ella se hizo intérprete y yo también. En nuestra familia no hay personas sordas.

4. ¿Donde hiciste el ciclo? 

En el IES Majuelo de Gines. 

5. ¿Qué otra formación tienes? 

He estudiado el máster de profesorado de educación secundaria y ciclos formativos (MAES) por la especialidad de inglés y soy filóloga inglesa. Me concedieron una beca Erasmus cursando filología y me fui el último año de carrera a Irlanda, donde aprendí Lengua de Signos Irlandesa en mi tiempo libre. 

6. ¿Cómo surge la idea de pedir la beca? ¿Fue tuya o te animaron? 

Soy la mayor de cuatro hermanos. Mi hermano el que me sigue en edad, al acabar su carrera, decidió pedirla para continuar su formación en el extranjero. Mientras él estaba en proceso de solicitud, se me antojó a mí también, jeje. Para mi familia es un orgullo que a los dos nos concedieran una beca de ‘la Caixa.’

7. ¿Qué proceso de selección has tenido que pasar para que te concedan la beca?

Para poder solicitarla era necesario poseer título universitario, tener buen nivel de inglés en una prueba llamada Toefl, escribir un proyecto en el que explicas lo que pretendes estudiar y los motivos que te mueven, y adjuntar cartas de recomendación. Una de las cartas era de una profe que me la hizo por escrito y también signada en lengua de signos española, en vídeo. Luego, si te han seleccionado, pasas a una entrevista en Madrid o Barcelona. Si te eligen tras la entrevista, empieza el gran proceso de admisión en una universidad americana. Tenemos un año entero desde que nos conceden finalmente la beca hasta que sabemos si hemos sido admitidos en la universidad americana, en la que se requiere una cantidad de papeleo impresionante. Visado, seguro médico, conversión de notas, GRE (que es otro examen en inglés, pero sobre “cultura general”), entregar trabajos en los que demuestres que eres apto para el máster que estás solicitando, realizar un trabajo relacionado con la materia que quieres estudiar (el trabajo lo decide el departamento), y muchos muchos más papeles. Por supuesto, todos en inglés. Y otros, por ser la Universidad de Gallaudet, también signados en ASL. El año previo a la experiencia americana puede ser un poco tedioso. Luego ya allí, cuando terminas por fin de aclarar todos los papeles y pasa el estrés burocrático, por fin se puede empezar a disfrutar de la gran experiencia en Gallaudet. 

8. ¿En qué otros campos se pueden trabajar con esta beca? 

Con la beca de ‘la Caixa’ puedes estudiar lo que quieras. Conozco becarios que están en Harvard o haciendo prácticas en Hollywood. Puedes estudiar medicina en el Hopkins, o un Máster en Filosofía de la Física. Puedes estudiar el yodo de barcos hundidos hace más de dos mil años, puedes acabar siendo federal del estado, puedes verte en la Antártida metido en un barco durante semanas durmiendo con cinturones de seguridad en la litera del barco por el oleaje, o aprender sobre videojuegos o sobre cocina, o sobre larvas de tortugas o sobre la relación entre psicología y música, o sobre fotografía, historia, educación, periodismo, lo que ocurre genéticamente con las levaduras, sobre robótica, matemáticas, arquitectura... ‘La Caixa’ te permite estudiar en tantas partes del mundo y especializarte en materias tan diversas que cada becario que he conocido me parecía más y más interesante. He conocido a personas que son unos verdaderos números uno en sus campos de estudio o investigación. Me siento afortunada por ello.



9. ¿En qué consiste el Máster que estás haciendo? ¿Cuál es el objetivo?

Se llama ‘Master in Linguistics.’ Yo lo traduciría como Máster de Lingüística Aplicada a Lenguas de Signos. Aprendemos a analizar lenguas de signos desde diferentes ramas y perspectivas. Por ejemplo, desde la lingüística generativista estudiamos fonología, fonética, morfología, sintaxis, semántica y pragmática de lenguas de signos. Pero también tocamos otras ramas, como la sociolingüística o la lingüística cognitiva. Para mí, la lingüística cognitiva es nueva, la he descubierto en Gallaudet, y me fascina. Estoy aprendiendo también sobre adquisición del lenguaje en fetos y bebés sordos, sobre bilingüismo en la comunidad sorda (de dos lenguas de signos o una lengua de signos y una lengua oral) y tengo otra asignatura de iconicidad y “depiction”, que trata sobre lo que en las últimas décadas hemos llamado ‘clasificadores’ pero que ahora se le ha dado otro nombre. La verdad es que no sabría traducir ese término aún, “depiction”, pero espero poder hacerlo pronto. Por cierto, también nos están enseñando qué hacer con nuestros estudios en el futuro. Eso es importante, saber de nuestras expectativas laborales, jeje. Cómo investigar, cómo publicar, la importancia de publicar en las dos lenguas que utilizamos (inglés y lengua de signos americana), el protocolo sobre la publicación signada y aspectos relacionados con ese tema. En este segundo semestre tenemos que hacer numerosas exposiciones sobre diferentes lingüistas de prestigio internacional, para conocer sus obras y por si estamos en contacto con ellos en un futuro cercano, que sería lo ideal. En la lista que nos han dado hay más de un español. 

Todas las asignaturas se imparten en Lengua de Signos Americana (ASL), y los deberes son en inglés escrito y en ASL, en vídeo. En la universidad, la única lengua que se utiliza en todo el campus es la ASL. Se utiliza en tiendas, cafeterías, oficina de correos, gimnasio, biblioteca, sala de informática, en el banco, en el departamento de policía, en el médico, en las residencias, con el tutor académico… en cada rincón de la universidad. Y los eventos que tienen lugar también son todos en ASL: teatros, eventos deportivos, celebraciones relacionadas con la historia de la comunidad sorda... Todo. Eso es alucinante. No hay otro lugar igual en el mundo. Me siento muy afortunada de haber tenido esta oportunidad. 

10. ¿Por qué Gallaudet y no otro sitio? 

Esa pregunta me la hicieron en la entrevista. Me preguntaron concretamente por qué había elegido Gallaudet y no Harvard. “La Universidad de Gallaudet es la única universidad del mundo creada por y para la comunidad sorda.” Ésa fue mi respuesta. Es el único lugar del mundo donde puedo estudiar lingüística aplicada a lenguas de signos inmersa en un campus que se comunica en lengua de signos. Es la Meca por excelencia para la comunidad sorda. Recomiendo que lo visitéis si podéis permitíroslo. No hay un lugar igual. Cuando los oyentes vienen a visitar Gallaudet, el guía sordo tiene un intérprete que interpreta a lengua oral lo que el guía está signando. Gallaudet es el paraíso del silencio y la comunicación visual-gestual, todo está adaptado para sordos, todos los miembros de la comunidad universitaria signa, todo el mundo. Hablo en lengua de signos desde que me levanto hasta que me acuesto, y estoy rodeada de gente que hace lo mismo. Eso no me lo da Harvard ni ningún otro sitio del mundo. Estoy en uno de los lugares más fascinantes creado por personas. Al ser así, también hay algún aspecto que seguir mejorando, pero eso no le quita mérito alguno; más bien al contrario. Merece la pena conocer este mundo. Yo lo estoy disfrutando muchísimo.

11. ¿Cómo fue tu contacto inicial con la comunidad sorda en la Universidad de Gallaudet? 

La inmersión lingüística y cultural fue increíble. Los dos primeros meses viví en una casa de ocho personas. Mis siete compañeros eran chicos sordos (todos chicos, todos sordos). Yo era la única oyente, la única chica. Nunca antes había vivido con sordos, ni con siete varones y sus dos gatos y un hurón. Fue una experiencia interesante. No tenía cama, ni silla, ni escritorio, ni comida, ni nada cuando llegué. Tampoco sabía cómo pedirlo en lengua de signos, pero me las apañé y ellos también fueron muy amables conmigo. 

Las primeras conversaciones una vez en la universidad fueron con el departamento de alumnos internacionales, para firmar más papeles. Me atendieron en lengua de signos. Menos mal que están acostumbrados y tienen paciencia. Luego hablé con mi tutor académico, y lo mismo. El curso de orientación que ofrecía la universidad fue en lengua de signos, y los pocos alumnos internacionales que había eran sordos y sabían ASL con nivel avanzado. Vamos, que yo me sentía un poco frustrada por no enterarme apenas de nada. De repente, y después de tanta prueba en inglés, resulta que el inglés no me servía para casi nada. En las actividades de bienvenida que se organizaron a principio de curso apenas me enteraba de lo que la gente me hablaba. Reconozco que cuando trataba con la gente, yo preguntaba mucho a la persona con la que estuviera hablando para que no me preguntaran a mí, porque estaba segura de que no me iba a enterar de lo que me preguntaban a no ser que fuera básico, jeje. Al principio me frustraba no entender, también quizás por ser un poco autoexigente conmigo misma. Todo era nuevo para mí, todo. El país, las costumbres, el día a día en lengua de signos americana, la diversidad étnica (a mí me clasifican de hispana/latina para diferenciarme de los blancos), la cultura sorda, la relación profesor-alumno, las nuevas tecnologías dentro y fuera del aula, el comer en medio de una explicación mientras el profesor signa… En clase de lingüística cognitiva y de sintaxis perdí mucha información las primeras semanas. Menos mal que las clases se graban y luego puedo volver a verlas en casa y preguntar dudas a mis compañeros sobre signos concretos que no conocía… En fin. No voy a mentir: para mí fue un poco estresante y frustrante por no poderme comunicar con fluidez y naturalidad al principio. Pero como fue una inmersión tan brutal, aprendí mucho muy rápido, en poco tiempo. Cuando pude empezar a hacer bromas en ASL, me relajé. Fue un proceso de adaptación intenso, pero sin duda me ha merecido la pena.



12. ¿Cómo es el día a día en la universidad? 

Cuando me levanto, doy los buenos días a mis compañeros de casa en lengua de signos. En el camino a clase, voy signando con mi compañera. En clase, se signa. En el descanso para el almuerzo, signo. De vuelta a la clase y en clase, signo. Cuando quedamos para hacer deberes, signo. Cuando voy a la piscina, signo porque los socorristas son sordos. Cuando voy a tomar cerveza o cenar fuera, signo. Cuando voy al cine y se hace algún comentario, signo. Y cuando sueño… no signo, jeje. No siempre, al menos. Eso sí, cuando hablo con mi familia por internet no hay quien me calle, jeje.

13. ¿Qué porcentaje de alumnado sordo y oyente hay allí?

En las carreras o grados, casi el 100% del alumnado es sordo. En los estudios de postgrado el porcentaje de oyentes admitidos es mayor que en los grados, pero todos somos signantes. El porcentaje varía según el año, y siempre sale publicado en la página de Gallaudet. Yo, por ejemplo, tardé semanas en enterarme de si mis compañeros eran oyentes o sordos. Lo mismo me ocurrió con el profesorado. Como no hablaban, no lo sabía. Al principio creí que todos eran sordos, y resulta que no. Tengo profesores sordos y también un par de oyentes, pero jamás he oído la voz de los oyentes. Siempre se signa. En la Universidad de Gallaudet, la lengua vehicular es la lengua de signos, en cualquier momento del día o de la noche, en cualquier tipo de circunstancia. Lo contrario sería falta de respeto o de sentido común. Esta universidad está creada para la comunidad sorda para que la comunicación plena, y eso ocurre gracias a que todos sus miembros signan.




14. Entonces… ¿no hablas oralmente? ¿Tienes que signar absolutamente todo? 

Toooodo signado. Y me encanta que sea así. Lo disfruto mucho. Aunque… esto de tener más de una lengua de signos en la cabeza a veces puede ser un lío, porque hay influencias de unas lenguas a otras. Las influencias son divertidas, a veces.

15. ¿Cuánto tiempo llevas en Gallaudet y cuánto te queda? 

Sólo llevo desde agosto de 2014. El máster es de dos años, así que espero graduarme en junio de 2016.

16. ¿Qué ventajas observas que hay allí? 

De accesibilidad hay miles, y de nuevas tecnologías otras tantas. En mi campo, lingüística de lenguas de signos, creo que no hay mejor sitio en el que estar: el objeto de investigación, que es la lengua de signos y sus hablantes, los tengo al alcance de la mano, jeje. 

17. ¿Recomendarías la experiencia? 

Sin duda. Incluso si es sólo para una visita de un par de semanas lo recomendaría. He conocido a gente que ha visitado Nueva York o el centro de Washington DC y que no ha pasado por la Universidad de Gallaudet y me echo las manos a la cabeza. La oportunidad de ver algo así no la van a tener en ningún otro sitio. Para un oyente, es como ver el mundo desde otra perspectiva. Y para un sordo también, porque en este lugar no encuentran barreras de comunicación. No sé expresarlo de otra manera pero creo que se me entiende. Aquí estoy dando mi perspectiva, y sin duda el balance es muy positivo. Tengo mil anécdotas que no hubiese podido experimentar en mi pueblo o en Europa entera. La exclusividad de este lugar lo hace especial, y aunque no me paguen para venderlo, tengo sin duda que promover que se conozca sobre él y lo que ofrece. Para la comunidad sorda, la Universidad de Gallaudet es Libertad en mayúscula. El placer de no encontrar barreras de comunicación en nuestro día a día lo damos por hecho, y para los sordos no es así en nuestro país. Aquí esa barrera no la hay. Además, es una universidad, y como tal, promueve el conocimiento, la educación, el aprendizaje continuo, el desarrollarte tanto personal como profesionalmente, el sacar el máximo provecho a la capacidad intelectual de cada cual, el ofrecernos unas herramientas que nos sirvan para convertirnos en trabajadores e investigadores de alto nivel disfrutando del placer de realizar como trabajo algo que nos gusta y que podemos elegir entre una variedad considerable de carreras universitarias y estudios de postgrado, tanto de máster, como de doctorado e investigación. Aquí se viene a lo que se viene: a avanzar todo lo que se pueda personal y profesionalmente y por puro placer. Gallaudet es libertad con lo que la libertad implica: responsabilidad y retos y sacrificios y mucho disfrutar del privilegio que tenemos. Me siento muy afortunada de haber tenido esta oportunidad. 

18. ¿Qué te llevas aprendido? 

No poco. Con frecuencia he actuado sin apreciar lo que tenía y sin darme cuenta de cuánto me queda por aprender. Mi familia es de pueblo, de Andalucía, como yo. Son muy trabajadores y grandes personas. Me han educado para ser libre, sabiendo dónde tengo mis raíces y con cuántos puedo contar siempre. En mi familia hemos tenido el gran privilegio de convivir con nuestras personas mayores. Hubiesen alucinado de haber podido escuchar mis aventuras en la lejana América. Sus historias, muchas de sus vivencias, sus ratos mejores y sus ratos peores, vienen conmigo, y no han sido pocos. Espero poder honrar algún día sus vidas y sus esfuerzos con los míos propios. Mis padres, mis hermanos, mis primos que son hermanos, mi madrina para la que soy otra hija, todos forman una parte tan esencial en mi vida que a veces tengo la sensación de no poder expresarles la admiración y el respeto que les tengo. El orgullo que puedan sentir mis padres nunca será comparable al agradecimiento y la responsabilidad que siento por ellos haberme educado para ser libre, tanto como pueda, y feliz. He sido muy afortunada con los padres que he tenido y la familia en la me he educado. Y si no hago una mención especial a mi hermanito Esteban, de diez añitos, me puedo meter en un lío, jeje. Sin duda, él es lo mejor de mi vida y lo echo mucho de menos. 

He sido la primera persona de mi familia en vivir en el extranjero, la primera en cruzar el charco. Soy mujer. La cantidad de circunstancias que se han rodeado para que lo que estoy viviendo tenga lugar es, cuanto menos, curiosa. Sé lo que es coger aceitunas con macaco y estar a cargo, muy a gusto, de personas mayores. He tenido suerte, y espero poder contribuir en la mejora de la educación en agradecimiento. Por mucho que nos enseñen o que creamos saber, a cada dos pasos nos sorprenderemos con las situaciones que se nos presentan, tanto físicas, como intelectuales, personales o morales. Aceptar algunas realidades puede llevarnos años. Cada persona va creando su camino y encontrando retos en él. En mi caso, mi reto elegido es contribuir en mejorar la calidad de la educación de las personas sordas de mi país. Y digo contribuir porque yo soy nueva en el terreno y la comunidad sorda no ha parado nunca de intentar mejorar. Sé que queda mucho por hacer y, aunque dé coraje no ir más rápido, creo que vamos por el buen camino.

19. ¿Qué echas de menos? 

El pan. Oh, sí… Echo muchísimo de menos mi pan de cada día de mi tito Rafael, que es panadero en mi pueblo, jeje. Y a mi hermano Esteban, of course. 

19. ¿Cómo son tus compañeros? 

“Mu apañaos.” Sus raíces son muy diferentes. Esto es América y hay una gran diversidad. Tengo compañeras oyentes americanas cada una de una punta de Estados Unidos, una de ellas de origen afroamericano. Otra de mis compañeras es mitad hispana mitad afroamericana, y otra es mejicana-nicaragüense que ha pasado muchos años en Estados Unidos. Estas dos últimas son codas, hijas de sordos. También tengo dos compañeros chinos sordos, otro compañero sordo de Nepal, una chica sorda de Haití... Yo soy la única europea en mi departamento. La diversidad en la clase viene a ser la típica de las pelis americanas: no hay dos personas iguales; es increíble. Me refiero a la etnia, al origen. La diversidad hace las clases de lingüística más interesantes, por cómo la cultura influye en cómo usamos la lengua. Sin embargo, a pesar de las diferencias, nos une el gusto por la lingüística de lenguas de signos y las cervecitas de después de las clases y querer aprender tanto como podamos porque disfrutamos mucho con lo que hacemos, pese al estrés típico de los exámenes y otras pruebas, claro. Tener acceso a la educación es un privilegio y lo sabemos.


20. ¿Qué diferencias ves entre la LSE y la ASL? 

No hay dos lenguas de signos iguales. Supongo que lo que más me ha llamado la atención es que, hasta donde se ha investigado y que yo sepa, la ASL tiene una estructura de SVO (sujeto-verbo-objeto, como por ejemplo en “yo como manzanas”) mientras que en LSE la estructura se considera SOV (o sea, “yo manzanas como”). Después siempre tienen gracia los signos que tienen una misma forma pero con significado diferente, jeje. Nuestro signo para ‘el Papa,’ del Vaticano, coincide con el signo en ASL para ‘bombero.’ Y el nuestro de ‘lechuga’ con el suyo de ‘pobre,’ y el nuestro de ‘prostituta’ con el de ellos de ‘ratón.’ A veces me he visto en errores de comunicación divertidos a causa de estos y otros signos, jeje…




21. ¿Crees que algo similar podría hacerse en España? 

Sí, en parte lo creo. Intelectualmente estamos capacitados, pero ahora mismo es una utopía a causa de los recursos económicos que serían necesarios. Aún así, se están consiguiendo avances importantes en los últimos años cuyos resultados positivos estamos empezando a ver. Cada vez hay más sordos que terminan una carrera universitaria, cada vez se empieza a ver más información sobre este mundo, en parte gracias a internet. Cada vez hay más personas concienciadas con la situación de las personas sordas y otros miembros de la comunidad, como familiares e intérpretes. Queda mucho por hacer, es cierto, y da rabia no ir más deprisa, pero vamos por buen camino. Educación bilingüe para los sordos, comprensión lectora, adquisición de lenguas extranjeras como el inglés, aplicación real de leyes… Podemos seguir mejorando y estoy convencida de que lo haremos. 

22. Cuéntanos una anécdota divertida 

El primer día del curso de orientación, los alumnos de nuevo ingreso tuvimos que hacer actividades para conocernos entre nosotros. Nos pidieron que creáramos un mapa de EEUU con nosotros mismos. Por ejemplo, el que fuera del estado de California, se tenía que ir a izquierda, a la costa oeste, mientras que si el estudiante era de Florida o Maryland, se ponía a la derecha. Si eras de Ohio, al norte y si eras de Texas, al sur. Así… En un momento dado levanté la mano y dije que yo era de España, y me mandaron a la otra punta del campus. Después de reírse de mí un rato, me perdonaron y me dijeron que podía quedarme con los de la costa este. Me hizo gracia. Al finalizar la actividad, una chica sordociega pidió que la acercaran a mí; ella estaba con su intérprete. La intérprete me dijo que la chica quería decirme algo. Me dijo que ella era de Bélgica, que también era europea, como yo, y que estaba muy contenta de que hubiera otra persona igual que ella, de Europa. Esta chica, estudiante de máster, sordociega, de Bélgica, fue la primera persona que se sintió identificada conmigo. Viví esta escena con muchísimo mixed feeling. Fue increíble. Recuerdo aquello con frecuencia y sonrío muy desde dentro. Este mundo aquí en la Universidad de Gallaudet y las experiencias que voy viviendo en él parecen de película, y sin embargo son aún mejores que en una peli. Tengo mil escenas reales que me hacen sentir muy afortunada de poder estar aquí y vivir lo que estoy viviendo. Sé que lo repito mucho, pero es porque así lo siento. Nunca me lo hubiera podido imaginar…

23. ¿Qué es lo que más te llama la atención? 

Cuando la gente veía que no tenía una ASL fluida, me preguntaban si era sorda o hipoacúsica, y yo les decía que no, que ninguna de las dos cosas, que yo era oyente. A esto me respondían diciéndome que no me preocupara, que signarían despacio para mí, y que les preguntara los signos que no supiera. Me decían que poco a poco yo mejoraría hasta poder comunicarme como ellos. Aquí la que me he visto con barreras de comunicación por ser extranjera y no estar acostumbrada a utilizar mis manos y mis ojos para comunicarme cada día, era yo. Lo he hecho de manera voluntaria, claro está; sabía adónde venía. He tenido clases específicas para aprender esta lengua, la ASL, y me han acogido desde el respeto en su cultura, cultura americana y de sordos, todo nuevo para mí. Me sorprendo cada día por cada cosa que veo y que les oigo decir. Algunos han tenido experiencias duras por sus características específicas, otros no tantas. Son conscientes de que forman una minoría en un mundo mayoritariamente de oyentes, y no lo cambiarían. Pertenecer a la comunidad sorda es un orgullo, ser sordo es una identidad. Desde el respeto nos invitan a conocerlos. Yo soy signante, soy intérprete, y soy lingüista de lenguas de signos, estudiante de Gallaudet. La comunidad sorda, de la que me siento participante, me ha proporcionado momentos personales y académicos muy satisfactorios. Me sorprenden casi cada día. Espero que en el futuro seamos más los oyentes signantes que tengamos la gran fortuna de conocer a las personas sordas que tenemos tan cerca. Y espero que para las personas sordas poder acceder al mundo de los oyentes sea algo voluntario y que pueda aportarles más autoconocimiento y satisfacción que un problema de comunicación. Ahora mismo tengo en mente a mi profesor de lingüística cognitiva. Es un gran lingüista, muy culto, sordo de nacimiento. He podido conocerle y aprender de él gracias a la lengua de signos. Nos queda mucho por aprender, y todo empieza por ser conscientes del valor de la educación basada en el respeto, en la necesidad de ausencia de barreras comunicativas, y en darnos cuenta de que cada cual es persona y siente como persona. Todos tenemos que seguir pasando de la teoría a la práctica tanto como podamos y sabiendo que es por nuestro bien, el de cada uno y el de los demás. 

26. ¿Crees que cualquier persona podría llegar donde tú has llegado? 

Para las personas sordas de nuestro país, el reto es mayor. Sin embargo, soy optimista y espero que dentro de poco haya personas sordas de nuestro país que pueda gozar de una beca como la mía para formarse aquí, en Gallaudet. Esto es un círculo en realidad. Ahora siento la responsabilidad de decir a las entidades que ofrecen estas becas el por qué hago lo que hago y cómo es importante que también ellos aprendan sobre esta comunidad y colaboren para que las personas sordas que lo deseen puedan estudiar aquí. Soy profe de inglés de secundaria, y también siento que tengo que decirle a mis compañeros de trabajo que también ellos pueden aportar su granito de arena para que las personas sordas de nuestro país aprendan inglés desde un sistema que entienda sus características personales, porque aprender inglés u otra lengua, dará más oportunidades a las personas sordas. A las personas sordas, las animaría a que vieran la educación como un sistema por mejorar pero al mismo tiempo mejorando. Me siento mal al pedirles aún un poco más de paciencia para que el sistema educativo las atienda como merecen, pero mejorar el sistema educativo que tenemos, creado para oyentes, es cuestión de tiempo. Pediría a los padres de alumnos sordos que se informaran sobre los beneficios del bilingüismo, en general y para personas sordas en particular, y que también se informaran sobre los beneficios de aprender idiomas, en las oportunidades que se crean gracias a ello. Buscar profesionales en estas materias es importante, y concienciar a los que aún no conocen de este mundo, también. No sólo a los que hacen leyes, sino también a los que apuestan por la educación. Es importante pedir a los centros educativos que se informen bien sobre cómo funciona el sistema comunicativo de las personas sordas, y hay que tener paciencia, porque para la mayoría puede ser un mundo nuevo. Intentar hablar con profesores con frecuencia es importante, hacerles ver que la discapacidad auditiva no afecta el desarrollo cognitivo-intelectual del alumno, que si el alumno falla, puede ser por múltiples factores, incluido un sistema creado para oyentes. Y cuesta, claro que cuesta avanzar y empezar de cero teniendo que explicar qué es la lengua de signos cada vez que un alumno sordo cambia de profesor, o cada vez que conocemos a alguien, cada vez que una persona sorda se acerca a un oyente que no sabe de este mundo. Pero iremos mejorando, como ya lo venimos haciendo. Estoy convencida. 

27. Manda un mensaje positivo a todos los alumnos y profesionales que te están leyendo. 

Deseo contribuir en la mejora educativa para el alumnado sordo y disfrutar en el intento. Soy una más que así lo desea, y no somos pocos. Aunque humilde, ése me parece un mensaje positivo. Hace apenas cinco años que empecé a aprender lengua de signos, y gracias a ella he podido acercarme a la comunidad sorda, y ahora estoy en Gallaudet, con el desarrollo personal y académico-profesional que ello conlleva. 

Creo que todos podemos contribuir en el progreso de la educación, para mejorar su calidad. Y creo que si la educación mejora, podremos conseguir que las leyes pasen de la teoría a la práctica con más eficiencia y ligereza. Al cumplirse las leyes, sanidad y justicia adaptada a las características de los sordos también sería un hecho visible con más frecuencia. A los intérpretes los animo a seguir formándose como puentes comunicativos, de manera voluntaria, por placer. Hay mucho que leer y que seguir aprendiendo sobre nuestra profesión para mejorarla. Y a las personas sordas y sus familias, os animo a salir de vuestra rutina tanto como podáis y formaros sobre otras comunidades de personas sordas. Hay mucho que aprender, y aunque la experiencia de vuestro día a día no es poca, hay mucho más, en la lectura, en internet, en otros países con otras lenguas de signos y otros hablantes que pasan por experiencias parecidas y no tan parecidas. Sólo desde el conocimiento mutuo será posible el avance, seguir avanzando, seguir intentando mejorar. Asociaciones y federaciones de personas sordas, a vosotros os animo a buscar expertos en educación que os permitan formaros en comprensión lectora, y a seguir divulgando vuestros conocimientos en las dos lenguas, español y lengua de signos españolas, y también en otras lenguas diferentes. 

A todos, en general, me gustaría recordaros que la educación es un privilegio. Si encontramos barreras para acceder a ella, busquemos medidas para eliminar esas barreras. Yo creo en una educación de calidad para todos, basada en el respeto, y que tenga por objetivo el desarrollo personal e intelectual de cada individuo, cada uno con sus características. Creo que todos estamos en posición de seguir intentando que mejore para que así sea. Cada uno desde donde estamos en este momento podemos hacer que nuestras manos contribuyan al avance en la calidad de vida de las personas que somos y que tenemos a nuestro alrededor. Avanzar es un reto continuo, incesante, y está en nuestras manos.



Y para terminar, os dejamos esta frase, que habitualmente dice la madre de Cristina, que tiene mucha positividad:







1 comentario:

  1. Espectacular la entrevista. Chica trabajadora donde las haya. Muchísima suerte en el Master. Me ha dejado con la boca abierta!

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Muchas gracias por tu comentario!